lo que dejó el euro, de cara al mundial
Se fue un nuevo Campeonato Europeo y varias cosas quedaron por analizar, mientras el primer mundo del handball busca cómo reducir la cantidad de partidos que los jugadores juegan por año.
Francia, el rey
El Seleccionado Francés demostró una vez más ser el mejor del mundo actualmente. Tras haber arrancado mal el torneo (empató con Hungría y España y le ganó con dificultad a la República Checa.
Fue de menor a mayor y terminó dando cátedra en semifinales frente a Islandia y volviendo a imponerse a Croacia en la definición.
Además, volvieron a demostrar que se puede ser el mejor con una primera línea sin zurdos y que tiene un equipo completamente afianzado: Thierry Omeyer da seguridad en el arco apoyado en la defensa de Didier Dinart; en ataque funciona muy aceitada la máquina con Michael Guigou y Luc Abalo en los extremos y Nikola Karabatic y Daniel Narcisse como los cerebros. Imparable.
Croacia, otra vez segundo
En el ocaso de su segunda generación dorada, volvió a ser finalista, pero no pudo con Francia. El recambio se está dando paulatinamente y eso impacta en el equipo. Lo que queda claro es que el conjunto balcánico tiene ilusión para rato.
El conductor del equipo sigue siendo Ivano Balic, pero muy bien secundado por un Domagoj Duvnjak que ya no sólo promete, sino que cumple. Manuel Strlek es una garantía a futuro en el extremo izquierdo, pero hay que ver qué reemplazo tendrán los laterales. El arco es una garantía con Mirko Alilovic.
Islandia confirma su buen momento
El conjunto nórdico demostró que lo de Beijing 2008 no fue casualidad. Con un equipo muy bien conformado arrancó con dudas, pero fue levantando hasta meterse en semifinales. Por mala suerte para ellos, les tocó el cruce con Francia y volvieron a perder, como pasara en la última final olímpica. Habrá que ver qué hay después de Olafur Stefansson, Gudjon Sigurdsson y Robert Gunnarsson, la espina dorsal de los islandeses.
Polonia sigue sin explotar
Volvió a parecer una máquina imparable, pero sólo hasta las semifinales. Con un equipo mezcla de juventud y experiencia y con el lanzamiento externo como estandarte, se topó con una gran Croacia en semifinales.
Los extremos y los hermanos Michal y Bartosz Jurecki irán dejando el equipo y todo caerá en las manos de Karol Bielecki, Gregorz Tcackzyk y Marcin Lijewski en una primera línea que asombra por su experiencia a pesar de su corta edad.
España sorprendió a propios y extraños
En medio de un profundo recambio, los españoles sabían que era difícil ser protagonistas, y lo fueron. Estuvieron a segundos de complicarle el torneo a Francia en la primera fase y jugaron un gran torneo. Pero sucumbieron ante las potencias ya afianzadas: Polonia, Islandia y Dinamarca.
Queda un sabor dulce en la boca al ver a jugadores en un altísimo nivel como Víctor Tomás, Julen Aguinagalde y Cristian Malmagro. Encima, esta semana ya pasa a ser seleccionable el fenómeno esloveno Siarhei Rutenka. Mucho equipo a futuro tomando también la ausencia de Daniel Sarmiento.
Suecia, el gran fracaso
El conjunto sueco viene prometiendo salir del recambio de la extraordinaria generación de los '90 hace tiempo, pero no lo logra. En este Europeo quedó eliminado en ¡primera ronda!
Mucho prometían jugadores como Lukas Karlsson, Mathias Andersson, Oscar Carlen, Jonas Kallmann y Kim Andersson. Además, aparecieron gratamente jugadores como Niklas Ekberg y Fredrik Larsson. Sin dudas que seguirán prometiendo mucho y esperan poder plasmarlo en su Mundial en enero del año próximo.
Alemania, el otro que no cumplió
Los teutones sufrió también el recambio de la generación que ganó el Mundial 2007. Sin Pascal Hens, Florian Kehrmann, Christian Zeitz, Christian Schwarzer y Henning Fritz, los teutones no pudieron ni siquiera pelear por el quinto puesto.
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